Lema de la Universidad de Deusto

"Sapientia melior auro", "La sabiduría es mejor que el oro"
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

lunes, 30 de octubre de 2006

Aficiones confesables: uno que colecciona estatuillas y figuras de abogados

FERNANDO SÁNCHEZ
«La mitad de las figuras son regaladas»
Este bilbaíno de 51 años compila abogados de loza desde que tenía 21, cuando hacía la pasantía en la villa.JULIA FERNÁNDEZ/BILBAOLos tesoros de Fernando Sánchez caben en una mesa. Pero el cariño que demuestra por ellos es inmenso. Aunque, como el mismo reconoce, ya no los exponga en su despacho de Abando. Este bilbaíno de 51 años es abogado y trabaja como una hormiguita todos los días: primero en la Administración y luego, en su despacho.
Cuando habla es preciso y pone esmero en que sus recuerdos reproduzcan lo más fielmente la historia real. Gajes, quizá, de su oficio. Por eso, antes de desvelar a enlaCe los pormenores de una afición que se remonta tres décadas en el pasado, se ha preocupado de contrastar todos los detalles. «He hablado, incluso, con mi madre», confiesa.
Su colección es «muy modesta». O, al menos, eso cree él. Son figurillas de abogados, elaboradas en loza y que reflejan hasta el detalle letrados de diferentes épocas. «Seguro que todo el mundo las ha visto de médicos», admite. Pues él descubrió un buen día que los artesanos también podían inmortalizar su profesión en barro.
En Santander. Tiene cerca de una treintena y las ha conseguido a lo largo de toda su vida profesional. Aunque no lo parezca, encontrar estos muñequillos no es tan sencillo. «Todas las que hemos descubierto las hemos tenido que comprar», asegura María Jesús, su mujer, que comparte con Fernando profesión y afición.
Pero no ha sido la única que ha contribuido con la colección. «La mitad de las figuras nos las han regalado», admite el bilbaíno. Y no porque las pidiera: «No recuerdo haberlo hecho nunca», dice feliz. Su suegra, algún colega y, sobre todo, su madre, Paquita, han querido mostrarle su cariño a través de figuritas de loza.
«A la que más cariño tengo es a ésta: fue la primera», asegura mientras mece en su mano un robusto abogado, de unos veinte centímetros de largo. Se trata de un hombre serio, de pelo blanco y con bigote, como él. Pero no le quiere de forma especial por su parecido físico, sino por su origen. Ese muñeco de traje rojo y negro, con toga y libro de leyes, como debe ser, «es igualito» al de su mentor. «Ya murió», lamenta. Su nombre era Francisco San Román y fue el encargado, no sólo de iniciarle en esta peculiar afición, sino también de insuflarle la ilusión por la profesión. Entonces, Fernando tenía 21 años y era su pasante. «Luego tuve que hacer las prácticas de las milicias universitarias en Santander. Y entonces, me compré tres más», relata. Una de ellas la encontró «por casualidad» y «no se parecía en nada» a su primera adquisición. «Es más intelectual y menos serio», describe. Como tampoco a la última, una miniatura femenina comprada hace cinco años «en el rastrillo de Nuevo Futuro».
-¿Y todo los abogados son tan serios como los pintan?
-¿Qué va!...
Pie de foto original: PEQUEÑAS CONTRIBUCIONES. La colección incluye cinco figuras femeninas. / MAITE BARTOLOMÉ
Leer el texto original en El Correo de 30 de octubre de 2006.

No hay comentarios: