Un compañero nuestro al Parlamento Vasco y una compañera casi ...

Por razones que no se nos ocultan a nadie, en nuestro entorno se procura no hablar de política, ni de religión, ni de alguna otra cosa ... Pablo Lucas Verdú nos solía decir a sus alumnos que "las opiniones políticas son peligrosas", algo así como "es peligro tener opiniones políticas", y podíamos añadir que, "y más expresarlas"; aunque D. Pablo quizás se refería por aquel tiempo a su experiencia vital y profesional como Catedrático de Derecho Político y persona afín a Enrique Tierno Galván, con quien compartiría militancia en el P.S.P. (Partido Socialista Popular).
Sea como fuere quizás sea un síntoma de normalización el que se pueda empezar a hablar de todo, incluso de política, en los círculos en que nos movemos, desde los más cercanos de la familia, hasta pasar a las cuadrillas de amigos o grupos profesionales o de relaciones de otra naturaleza en que solemos participar.

En nuestra Promoción hemos tenido un considerable número de compañeros que han hecho incursiones (de duración variable) por la política en puestos representativos; hemos tenido, o tenemos, compañeros que han sido, o son, Concejales de pueblos pequeños o de ciudades grandes, Alcaldes, Diputados y Senadores, Apoderados de las Juntas Generales de los Territorios Forales e, incluso, euro Diputados.

Quizás en algún momento posterior, si conseguimos datos muy completos (en esto olvidar a alguien sería especialmente feo), podamos recordar a todos los compañeros que han ejercido cargos de este tipo.

Hoy nos limitaremos a la novedad de estos días, en concreto, al resultado de estas pasadas elecciones autonómicas vascas, en ellas nuestro compañero Norberto Aldaiturriaga ha conseguido un escaño en la Parlamento Vasco, por Álava, en la candidatura del PNV. Otra compañera, Lydia Brancas, encabezaba la lista de UPyD por Vizcaya, que no obtuvo representación.

Quienes conocemos a Norberto desde antes de ingresar en la Universidad de Deusto podemos certificar que ya entonces era una excelente persona, y lo continúa siendo. Y de Lydia podemos decir tres cuartos de lo mismo.